Pese a que existen hoy en día muchas herramientas para que las parejas que cesan en la convivencia puedan transitar en la separación de forma civilizada, pacífica y sin hacerse más daño de lo necesario, desgraciadamente, el letrado David Navarro Sánchez ha tenido que conocer varios casos en que el proceso de divorcio se convierte en una guerra judicial abierta. Esta situación suele perjudicar a quien más indefenso se encuentra. Los menores a cargo de los contendientes son los que más tienen que perder.
En muchas ocasiones se utilizan los derechos sobre la patria potestad y la guardia y custodia como escudo, casco y espada. Por ella. se dan mandobles a la persona que en otro tiempo se trataba con todo el cariño. Estas situaciones en la práctica jurídica derivan en denuncias. La pareja, en su proceso de disolución, entra de lleno en la esfera del Derecho Penal, como tiene muy bien comprobado el letrado David Navarro Sánchez. Los letrados se ven en la desagradable situación de tener que interponer querellas por distintos motivos o defender a sus clientes de éstas. Muchas veces son acusaciones que carecen no ya solo de fundamento, sino del más nimio sentido común.
La disolución del matrimonio se puede judicializar de forma radical. El letrado David Navarro Sánchez se ha encontrado con denuncias o querellas tan poco decorosas como lo es acusar a la antigua amada o amado de ponerle ropa al hijo menor de tallas más grandes de la que debería usar, no entregar un pañal en el momento de la entrega del menor entre las partes, no informar sobre que ha comido el día anterior, por considerar falsa la manifestación de que el menor sea aún lactante, o entregar al menor 15 minutos tarde. El abogado David Navarro Sánchez intenta minimizar este tipo de actuaciones en la medida de sus posibilidades.
Por supuesto también hay que lidiar con denuncias mucho más serias. Por ejemplo, que se entregue al menor con algún daño físico, que se encuentre desnutrido, que se le deje sin la debida atención, malos tratos entre las partes, amenazas, agresiones verbales o físicas, por la sustracción de todo tipo de bienes entre las partes, por acoso, y muchas otras. No faltarán tampoco las querellas por falsa denuncia, que se interpondrán las partes una vez que se archiven las acusaciones. En ocasiones resultan absurdas, en otras no.
Con todo ello, el letrado David Navarro Sánchez debe lidiar con mucha cautela. Y con la determinación de no hacer más daño del que se provocan las partes entre si en estos casos. Intentando conseguir el mejor resultado para el cliente, que en la mayoría de los casos no suele ser el peor para la otra parte. Más bien, el que suponga el mayor bien común para ambas partes.
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